No es fácil llegar a un acuerdo entre tantas personas y más cuando lo que se nos propone a muchas personas se les escapa de las manos e incluso de la mente.
El ser humana es un ser de costumbre y cuando nos sacan de ahí nos cuesta abrirnos a lo desconocido.
La pasada clase me fui con una sensación extraña, yo diría que de tristeza. Pensando de camino a casa, llegue a esa conclusión: el miedo a los cambios, el miedo a no controlarlo todo.
Creo que la oportunidad que nos da Jorge de poder evaluarnos es única y muy importante. Importante de cara a nuestro futuro como maestros y maestras, importante porque salimos de lo establecido, porque nos ofrece la posibilidad de evaluar nuestro trabajo de una manera subjetiva y justa sin pasar por una prueba injusta y puntual. Vamos a ser maestros y maestras y no podemos tener miedo a evaluar al compañero. ¿Quién mejor que nosotros y nosotras para evaluar nuestro trabajo?, ¿A caso no lo hemos vivido en primera persona?
Es solo una propuesta/reflexión, creo que es muy interesante abrirse a nuevas formas de evaluar y tomar conciencia de que esta tarea forma parte de la docencia, nos guste o no. Si no somos capaces de evaluarnos a nosotros mismo o a nuestro iguales cómo vamos a poder evaluar a los niños y niñas? Es verdad que es más fácil para uno que te evalúe una persona, el profesor, a que lo hagan 49 compañeros y compañeras.
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